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miércoles, 28 de marzo de 2012





El sultán Shahriar descubre que su mujer lo está traicionando y la mata. Creyendo que todas las mujeres son igual de infieles ordena a su visir conseguirle una esposa cada día,  hijas de algunos de sus cortesanos, que después ordenaría matarla en la mañana siguiente.
Este horrible designio es quebrado por Sherezade, hija del visir. Ella trama un plan y lo lleva a cabo: se ofrece como esposa del sultán y la primera noche logra sorprender al rey contándole un cuento.     El sultán se entusiasma con el cuento, pero la muchacha interrumpe el relato antes del alba y promete el final para la noche siguiente. Así, durante mil noches. Finalmentel, ella da a luz  tres hijos y después de mil y una noches ,  el sultán le conmuta la pena y el cuento tuvo una feliz final. ( El Cuento de Las Mil y Una Noches )


JAISALMER

07 de septiembre de 2010






A estas alturas si algo tenemos claro es que Jaisalmer no se encuentra muy accesible que digamos, pero también podemos asegurar que no decepciona. La incomodidad del tren, las largas horas del trayecto y el calor sofocante, es un precio que todo turista debería pagar por visitar y conocer esta ciudad de ensueño.




La ciudad de arena es una de las más atractivas de todo el país, y resulta fácil perderse y sumergirse evocando los cuentos de las Mil y Una Noches. Se le conoce también como la ciudad Dorada, por el efecto del sol reflejado en la piedra caliza usada en sus construcciones.


Estamos en el andén de la estación y después de realizar algún que otro ejercicio para que nuestra espalda deje de tener forma de asiento, volvemos a cargar nuestras mochilas y nos dirigimos a la salida del recinto. 



Esta vez no tenemos que perder ni un minuto en negociar ningún transporte. Ayer confirmamos nuestra llegada con la Guest House donde nos vamos a hospedar y nos han venido a buscar. Este detalle es algo que se agradece después de 18 horas de viaje ininterrumpido. Un tuc – tuc nos espera a la salida de la estación para acercarnos hasta el fuerte, sin duda el punto más atractivo de toda la ciudad. Los últimos metros los tenemos que realizar andando porque el uso de coches y motos está prohibido en las zonas más céntricas.


La primera impresión sobre esta ciudad es muy agradable. Nuestra Guest House, Desert Boys ( 1500 IR -  23€ ; habitación doble con desayuno y aire acondicionado incluido ) es una antigua Haveli ubicada en una de las estrechas y peatonales calles dentro de la ciudad amurallada.





Las Havelis son mansiones construidas por los antiguos mercaderes que se enriquecieron dada la posición estratégica de Jaisalmer en las rutas comerciales entre India y Asia.
Realizadas en madera y piedra caliza, ningún otro sitio sugiere mejor el esplendor y la riqueza de lo que antaño fue la vida de la rica burguesía comercial.


Nuestra Guest House de decoración rústica y tradicional, y de limpieza más bien justita aunque suficiente,  tiene una terraza que nos permite contemplar  unas excelentes vistas de toda la ciudad. La cama es muy cómoda, aunque valorar este aspecto después de la noche de tren, quizás no sea muy objetivo. Comprobamos que el calor aquí también va a ser una parte importante a tener en cuenta en nuestra planificación, aunque al ser más seco, nos resulta mucho más soportable.


Una vez instalados y después de pasar por una desincrustante ducha para eliminar el olor a “eau de train” , decidimos reponer fuerzas y dejar toda la ropa sucia acumulada hasta ahora en el servicio de lavandería. Necesitamos que recupere en la medida de lo posible su olor y color original, algo dificil cuando en el paquete de jabón que acabamos de comprar, leemos como primera instrucción de lavado, " atención: usar agua limpia para obtener unos resultados óptimos ". En fín, ... dejemos en sus manos nuestro fondo de mochila.... total, peor ya no puede estar..... y por 2.5€ tampoco vamos a andar con exquisiteces.



Tenemos más sueño que hambre, así que picoteamos algo de fruta con galletas y decidimos aprovechar las horas centrales del día para descansar. No he  pegado ojo en toda la noche, el viaje en tren me ha fulminado y en estos momentos soy incapaz de dar un paso más.

A las 17:30 h, iniciamos nuestra primera toma de contacto. La siesta nos ha ayudado a reponernos un poco, una coca - cola bien fría, termina de cargarnos las pilas. 



Que el tráfico esté limitado dentro del fuerte, se agradece, porque por fin podemos relajarnos dando un tranquilo paseo sin el constante peligro de ser arrollados por una moto, un coche, un rickshaw o engullidos por una multitud. Tampoco masticamos chicle con sabor a polución. Aquí solo hay paz ….  y vacas. 
Las calles del casco antiguo quedan delimitadas por las murallas y conforman un intrínseco laberinto que tiene el tamaño ideal para no perderse. Es muy fácil orientarse, elige un camino, haz caso a tu intuición y seguro que llegas a tu destino.  



Y caminando, caminando llegamos al Lago Gadi Sar, situado al sur de las murallas. Bordeado por numerosos santuarios y templos, sirvió de depósito y suministro de agua para la ciudad en el pasado. Está atardeciendo y el juego de luces sobre el lago es un buen comienzo de nuestra visita. Es hora también de sacar algunas fotos del idílico entorno, que hace que por un momento nos olvidemos de dónde estamos.


Durante el paseo, nos cruzamos con algún que otro pintoresco personaje, digno de retratar, que por supuesto queda inmortalizado aunque para ello tenemos que armarnos de paciencia hasta lograr que se olvide de nosotros. La aparición de un grupo de turistas le resulta más atractiva que nuestra presencia, su mente traduce personas en rupias y con lógica deducción se acerca hacia ellos para asaltarles segundos después. 










Lo observamos alejarse apoyado en su inestable palo a modo de bastón para intentar vender algunos collares.  Luis aprovecha el momento para disparar algunas fotos. El resultado no puede ser mejor. Una mirada triste y entrañable, que nos recuerda una vez más que sobrevivir en un entorno hostil, desgasta hasta consumirte.  




Continuamos nuestro paseo bordeando el lago. Vemos a una familia echando de comer pan a unos peces. Decidimos  acercarnos,….
Pero que es esto !!!… si hay cientos, …. No tenemos claro si son siluros, lo que sí tenemos claro es que son feos hasta hartar, y que aquí pescar, con caña o sin ella, no tiene ningún mérito. 



Pronto nos damos cuenta que la vida en Jaisalmer gira en torno a la familia y a los aspectos más tradicionales. Nada tiene que ver con el agobio, las prisas y lo impersonal de las grandes ciudades. Respirar aire puro es un auténtico privilegio en un país como India, así que empezamos a pensar que nos encontramos en un paraíso. 


Nos dejamos llevar por la tranquilidad del entorno y nos sentamos a descansar un rato para disfrutar de las luces del atardecer, … es la primera vez que podemos tomarnos un respiro sin mirar el reloj…  Rodeados de naturaleza y con una temperatura ideal, nos dedicamos a la vida contemplativa.




Minutos después conocemos a Laura y Cristina, simpáticas e incansables viajeras. Viven en Barcelona y son de esas personas que a los cinco minutos parece que las conoces de toda la vida. Pero como no es así y tenemos toda una vida que contarnos, decidimos continuar la conversación con unas cuantas cervezas bien frías y una cena en el restaurante The Trio ( 800 IR - 12 € , cena 2 personas ). Teniendo en cuenta que la cerveza es casi un artículo de lujo en algunos lugares, la relación calidad - precio es más que aceptable.




El tiempo pasa volando entre anécdotas y risas, pero son ya las 23:30 h,  estamos cansados y ha llegado la hora de retirarse. Estamos  extramuros de la antigua ciudad  y tenemos media hora hasta nuestro hotel. La ciudad duerme hace rato, y Jaisalmer nos recuerda que el silencio existe. No hay ni una luz. Solo las linternas alumbran nuestros pasos, bajo la atenta mirada de alguna que otra vaca que no entiende de turistas ni de horarios.  














Como siempre aprovecho el camino de vuelta para hacer balance del día; el exasperante, retador y fatigoso viaje ha merecido la pena. Atrás quedan las frenéticas ciudades en constante estado de ebullición para dar paso al exotismo en su estado más puro, que nos atrae, intriga y nos seduce.

Si quieres ver más fotos, visita nuestra web http://www.siuler.com/


2 comentarios:

  1. Hola chicos! Soy Cristina! Me acuerdo de aquellas cervezas. Me alegro mucho de haber encontrado este blog, aunque ha sido pura casualidad (buscaba la receta del lassi de jodhpur, aunque creo que el secreto es el cubo donde lavaban los vasos ;-p

    Espero que tengais muchos viajes en mente, y ojalá las casualidades de la vida nos lleven a compartir más conversaciones en torno a unas cervezas bien frías y disfrutando de una agradable compañía.

    Un abrazo bien fuerte.

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    1. Cristina.!!!! Que alegría!!! Ya ves lo que son las causalidades. Espero que estés bien y sigas trotando por el mundo. Nosotros lo hacemos siempre que podemos así que seguro que volveremos a compar una certeza fría en algún lugar del mundo. Nos alegra mucho saber de ti. Un abrazo enorme!!!

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